domingo, 8 de abril de 2012

Si alguien


Hace unos meses tuve un accidente; fue algo nimio, que me avergonzaría contar, y sin embargo estuve muy cerca de morir. Estuve a muy pocos minutos de no existir más. No se me hizo el famoso repaso de toda mi vida en un instante, pero sí pensé esto: "qué cagada que no voy a ver a..." y algunas personas vinieron a mi mente. Muchas, en realidad. Muchas, y el pensamiento —ese sí fue en verdad un largo pensamiento en un tiempo muy corto— sobre el vicio del tiempo perdido, los años que uno pasa postergando encuentros, las razones de esas postergaciones, la sensación del tiempo que creo que me sobra.
La muerte me tocó con unos dedos que sentí viscosos y eran en realidad afilados como cuchillos, y que me dejaron impregnada una sensación física que no puedo quitarme.
Y con eso, me dejaron una necesidad, no desesperada, pero bastante firme de volver a ver a muchos de ustedes.
No a todos, ciertamente. Pero sí a muchos.
Verlos y decirles lo necesario para quedar en paz.

Si alguien despierta con esta confesión a las ganas de vernos, sería un placer.
 

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