Hijo a su padre: Deberías ser mi orgullo y sos mi vergüenza.
Padre: Soy tu vergüenza porque estás en la hora de aborrecerme.
Espero estar haciendo de mi vida algo que te dé orgullo en el futuro.
Mi padre nunca fue mi orgullo.
Aún hoy sueño con un papá curioso y dedicado.
A veces me sorprendo mirándolo envejecer y pienso, lo juro, ahora viene y me muestra algo.
Defino me muestra algo:
Quisiera ver lo que
escribís
o
Cuándo es tu concierto?
o
Mirá esta foto que saqué
o
vamos a ese museo que te gustaba?
Mi padre no fue casi
nada en mi vida y en algunas ocasiones fue un miserable.
Me mostró debilidad, pollerudez, enfermedad, mentira.
Pero.
Mi padre, en la ruta, yendo de vacaciones, para repentinamente
el auto y me dice, yo sé que te gustan los girasoles.
Nos quedamos esperando entredormidos y a los largos minutos
me entrega dos girasoles enormes amarillos carnosos.
Siempre que nos fuimos a la ruta, mi papá paró el auto para arrancarme girasoles.
Cuando quiero quererlo, me visto de amarillo y respiro
aliviada.
Confesión.
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