La oposición
política está desmantelada.
El poder mayor, el
que estuvo en la sombras en la dictadura militar del 76, ganó el Gobierno
legítimamente. Tiene espacio para hacer cualquier cosa, y lo está haciendo.
Tenés
incontestables razones para el desánimo.
Nunca mejor que
ahora para entregarte a sentimientos como “siempre es lo mismo, no se puede
hacer nada”.
Pero hay personas
que hacen.
Bien o mal.
Con trayectoria intachable,
con errores garrafales, con agachadas, con grandeza.
Pero hacen.
Se pusieron de pie en
momentos peores que este.
Y la lucha de esas
personas, algunas visibles, la mayoría anónimos, afecta tu vida.
Quién sabe qué
sería de tu vida, la de tus amigos, tus hijos, tu familia, si esas personas no
hubieran decidido hacer algo.
No hay que ser un
héroe.
Alcanza con
conformarse con “siempre es lo mismo, no se puede hacer nada”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario