jueves, 16 de mayo de 2013

Pesca con mística



El padre de Pablito se enojaba cada vez que lo llevaba a pescar, porque en lugar de simplemente arrojar la línea al agua, llevaba una caja de pesca de la que rebalsaban anzuelos, plomadas, tansas, boyas, rotores, alfileres, cuchillos, pinzas, linterna,un rollo de papel de cocina, incluso un manual de pesca, y llevaba dos cañas enormes y una telescópica, y una bolsa con diferentes tipos de carnadas... Cuando llegaba se ponía a armar todo, lo que le llevaba muchísimo tiempo, renegando, frustrándose, sudando. El padre decía "che, viniste a pescar o a jugar con esas porquerías?" Hoy, docente de la carrera de Política Internacional, recuerda aquello y le contesta a su padre: "No es concebible hacer algo sin mística. Es más, las cosas se hacen por esa mística. No hay otro fin".