Esto ocurrió en 2012.
En una carrera de cross country, el keniano Abel Mutai estaba a sólo unos metros de la meta y confundió con la señalización. Creyó que ya había completado la carrera, pero aún faltaba.
El español Iván Fernández llegaba segundo a unos metros detrás de él y al darse cuenta de lo que estaba pasando, comenzó a gritarle que siguiera corriendo.
Pero el negro no entendía el castellano. Saludaba a la gente como triunfador.
Entonces el español lo llevó hasta la línea de llegada, medio a los empujones, y lo hizo atravesarla primero.
Un periodista le preguntó al español: "¿Por qué hiciste eso?"
"Mi sueño es que algún día podamos tener una especie de vida comunitaria", respondió.
El periodista insistió, "pero ¿por qué dejaste ganar al keniano?"
Iván respondió: "No lo dejé ganar, iba a ganar".
El periodista volvió a insistir: "¡pero podrías haber ganado!"
Iván lo miró y respondió: "pero ¿cuál sería el mérito de mi victoria? ¿Cuál sería el honor de esa medalla?"
Y añadió: “¿qué pensaría mi mamá de eso?"
En suma, un pollerudo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario