miércoles, 19 de marzo de 2014

En el Paraíso, milanesa


Si yo viviera en otro país moriría por un sándwich de milanesa.

Es más, acá mismo muero por un sándwich de milanesa.

No puedo expresar lo feliz que soy cada vez que se me antoja y me como un sándwich de milanesa.

Estaba aquel poeta chino que decía que cuando iba en su canoa, solo flotando en el agua mansa a la noche, y acercaba el pocillo de pocillo de té a sus labios, estaba en el paraíso; bueno, a mí me pasa lo mismo cuando me ponen adelante, en el bar Roma, un generoso sándwich de milanesa hecho con pan francés, con el borde de la milanesa asomando, brillante, demostrando que recién la sacaron de la sartén.






 

No hay comentarios:

Publicar un comentario