viernes, 4 de enero de 2019

El alma de los viajes



Las premisas eran 1) hay tantos lugares con los que me resulta vital volverme carne y 2) el tiempo y los recursos que tengo son limitados.
Encaro los Viajes de mi Vida cuando veo el fin de mi carretel.
Se caía de maduro que cada lugar que visitara sería la última vez.
La mayoría sería la primera y última.
Bien, el alma incorregible de los viajas es su capricho salvaje. Sí las cosas que sucedieran en los viajes obedecieran a un plan, no serían viajes. En mi caso, cada lugar al que voy en esta fase tiene la decisión de cautivarme como un hogar.







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