Me llegó carta de mi tía Herminda, la mujer de mi tío Mocho, el que vive en Villa Pehuenia, provincia de Neuquén, en el límite con Chile.
Me cuenta que ellos andan todos bien de salud, gracias a Dios.
Me escribe lo que le dicta mi tío, un recitado que, dice, es de su autoría y con el que venció en un duelo de payada a un mulato:
Aquí estamos en la villa
Arriba del parejero
Es un zaino que, de bueno,Ya ni pisa la gramilla.
A mí la estrofa me suena conocida, y no vi muchos mulatos en la Patagonia. No le confío al tío Mocho. La última vez me mostró una laguna y me dijo "es muy playita, ¿no ves que el agua le llega al pecho a los patos?". También me contó que él pesca las truchas con pimienta. "Yo tiro pimienta al agua, cuando las truchas salen para refregarse los ojos, las agarro con la mano".
Aquí encontrarán las fotos de Villa Pehuenia que manda la tía Herminda:
https://picasaweb.google.com/gustavoemiliong/OtonoErnVillaPehuenia#
Familiares son los cuentos
ResponderEliminarDel tio Mocho de Neuquèn
No traidos por los vientos
Heredados por los gens
Para quien escribe o dicta lo que escribir quisiera, sólo una cosa es cierta: que miente. Zeta
ResponderEliminarCarlitos, ayudame con la frase de Piglia: "para mí la literatura es como mi padre definió al pocker, hacer creer que se miente cuando se dice la verdad".
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