lunes, 14 de julio de 2014

Tradición argentina


Rosario, 13 de Julio de 2014. Final Argentina-Alemania en casa de Aldo y
Nega Mangiaterra. FOTO: Juani, Elena, Mariela, Eugenia, Gustavo, Vicente.
En el piso, Julio. En el celular, Varinia. 


Tenía muchas ganas de estar con mis ahijados de Rosario, Elena y Vicente. Como cumplen años juntos, viajo y los disfruto de un golpe. A los cumpleaños se sumó la final del campeonato mundial de fútbol. Vimos el partido juntos. Abrazados.
Ayer fue el partido, en Rio de Janeiro, entre Alemania y Argentina. Ganó Alemania.
A esta altura de mi vida encuentro pocos terrenos por lo que no haya pasado. En Rio viví cuatro años, y cuando vuelvo siento que nunca me fui. En 1994, dos años antes de que naciera Elena, doce antes de que naciera Vicente, vimos una final que jugó Brasil con otros chicos queridos míos, Santi, Fer, Gastón, Paulina, en Bariloche. Con ellos intercambiábamos mensajes frenéticamente durante el partido de ayer, en un grupo de whatsup que armamos para este mundial.

No sé si será asunto de mi generación, que la marcó la Dictadura, o qué, pero la exaltación patriotera siempre me produce náuseas. No puedo evitar identificarla con los militares, y entonces no hay manera de que pueda pensar en la nación sin relacionarla con el nacionalsocialismo y con la noción de los anarquistas de que la Nación es un invento de los capitalistas dueños de las fábricas de armas para que los imbéciles que no saben de su existencia vayan a matar y dejarse matar por desconocidos igual que ellos, de modo de que se consuman los arsenales.

Me salen sin querer las reflexiones sobre cómo jugó la selección argentina (la fórmula del técnico Alejandro Sabella “un equipo que sepa con la pelota, tenga opción de gol y sea sólido defensivamente”, sobre todo que sea sólido defensivamente, incluso renunciando a cualquier otra cosa, lo que terminó convirtiendo aquella promesa de “la mejor delantera del mundo”, la de “los 4 fantásticos”, en un equipo chico, conforme con que Alemania no le metió, como a Brasil, 7 goles). Todo el mes he masticado pensamientos sobre el crack Lionel Messi, mejor jugador del mundo, comparándolo con el otro mejor jugador del mundo que tuvimos, Diego Maradona, concluyendo que Messi es un producto (una víctima) de la industria del fútbol mundial, que además no pudo desplegar sus alas en el esquema mezquino del técnico, y hundiéndome en las preguntas que deja Maradona, sobre los ídolos, los que manejan tan bien la realidad que son capaces de recrearla con nuevas reglas, los que se ponen la responsabilidad de todos al hombro —y así, naturalmente, son adorados cuando ganan y defenestrados cuando pierden.

Hago lo posible por torcer la idea de Argentina para el lado de lo que tenemos en común nosotros, los amigos, los parientes, las nuevas generaciones y así mantener incontaminada de mierda cosas como el fútbol.




Argentino Vicente, Argentina Chimuela, Argentina Eugenia.
Fotógrafo: Argentino Pablo Makovsky.



1 comentario:

  1. La reputa madre, estuve media hora escribiendo un comentario, dónde está?

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