Ligeras anotaciones que hace Gustavo Ng de asuntos que piensa o encuentra escritos en libros mientras va en colectivo y luego comenta con tal o cual persona.
viernes, 4 de septiembre de 2015
Como entonces
Tengo una amiga de hace muchos años, pero muchos, de cuando estábamos en la universidad.
Aunque nos veíamos intermitentemente, siempre fuimos compinches. Siempre nos entendimos los chistes y nos reímos de las mismas cosas.
A veces pasaba mucho tiempo sin que nos viéramos. Pero esta vez fue más largo que nunca, como un año, o tal vez más. Me llamó la atención y la llamé. Empezamos a no encontrar el momento de vernos, hasta que me pareció que nos estábamos yendo al carajo y casi la obligué a que nos viéramos.
Cuando nos encontramos estábamos un poco tensos, pero ella lo estaba demasiado. Recién como a la hora soltó -y entonces soltó todo: se había operado para tener las tetas grandes.
Me dijo que le daba vergüenza que yo supiera, que sentía que estaba desnuda. Le dije que comprendía, porque siempre nos habíamos reído de eso, pero que, bueno, ya estaba, incorporaríamos las dos nuevas criaturas a nuestra amistad.
Nos reímos, se distendió, volvimos a la confianza de antes.
Sin embargo, quizás percibió mi intento por disimular mi sentimiento, que era una mezcla de decepción con melancolía de sus pequeñas tetas que quise tanto, y de nuestra amistad original.
No sé si recuperaremos lo que perdimos, si volveremos a ser los amigos que fuimos. Quizás ya no nos veamos tan seguido.
La vida cambia los códigos y yo me estoy poniendo rígido para asimilar los nuevos.
Pero bueno, fuimos tan felices todos aquellos años.
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