A veces voy a algún lugar a pasar el amanecer.
Cosas que hago cuando viajo y me olvido de visitar las postales.
Una vez fui a un puerto de Estambul, de donde salía el ferry al barrio de Kadiköy. Me senté en un banco cuando aún era de noche.
No hice nada. Ni leí, ni escuché música, ni un podcast, ni escribí. Sólo me senté en medio del amanecer que ocurría a mi alrededor.
En un banco al lado mío dormían dos adolescentes, uno más grande, otro más chico, envueltos en abrigos.
Fueron llegando pasajeros. Gente que entraba a trabajar muy temprano. Primero eran unos pocos, luego a cada ferry subían más.
Un kiosco abrió —el kiosquero levantó la cortina de metal, encendió las luces, puso música. Al rato comenzó a salir un humo casi imperceptible de una chimenea pequeña.
El agua aún estaba negra, pero arriba, en el cielo, de a poco, sin que uno se diera cuenta, iba disolviéndose la oscuridad.
Cuando estuvo más claro, las palomas se largaron a volar.
Un rato después, ya el cielo tenía claridad y las cosas se hicieron grises y comenzaron a verse sus detalles.
Ya subía una muchedumbre a los ferries que llegaban, haciendo su escándalo de agua.
Ya el kiosco tenía tres clientes.
De repente, el cielo había perdido todo color, con una última estrella que no se quería ir —como yo no me quería ir.
Pero entonces ya era de día. El amanecer había terminado.
Como si yo me hubiera quedado dormido sin darme cuenta y me hubiera despertado, el día era tan normal, era tan natural que fuera de día, que yo no podía recordar cómo era cuando todo aún era de noche.
Debí haber tomado una foto para luego recordar, pero quizás esa sensación de que algo que sucedió ya no volverá nunca es necesaria para que uno pueda tener intimidad, con un lugar, con un momento, con uno mismo.
La intimidad se hace importante cuando todo está a la vista.
Me levanté —bastante duro— del banco y volví caminando al hostel. Me acosté entre dos chinos, un turco que roncaba y tres gringas, y me quedé dormido.
No hice nada! Qué despelote.
ResponderEliminarHermoso! ㊗️ Feliz día amigo! Compartimos ese afán por lo íntimo
ResponderEliminarMuy buena narracion
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