En el momento más desastroso de su vida, recién separada y hostigada por el exmarido, recién muerta su madre de quien jamás se había separado, con la casa cayéndosele encima. los hijos odiándola, con su comercio quebrado, tapada de deudas y sin un peso, sin futuro, Rita me dijo:
— No me importa el dinero, no me importa tener una
profesión, no me importa tener buena salud, no me importa estar en orden con mi
vida, no me importa ser una buena hija ni una buena madre. Lo único que quiero
es vivir grandes amores, tener aventuras, muchas, todas juntas, estar enamorada
de cuatro, cinco hombres a la vez, que me hagan sentir una reina, que me hagan
prender fuego de celos, que me causen intentos de suicidio y ganas de ser mamá
otra vez.
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