sábado, 22 de agosto de 2020

En este mundo

Se acercaron entonces unos saduceos, de esos que niegan la resurrección, y le propusieron este caso:

— Maestro, Moisés nos dejó escrito: “Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer pero no hijos, cásese con la viuda y dé descendencia a su hermano”. Bueno, pues había siete hermanos: el primero se casó y murió sin hijos. El segundo, el tercero y así hasta el séptimo se casaron con la viuda y murieron también sin dejar hijos. Finalmente murió también la mujer. Pues bien, esa mujer, cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos va a ser mujer, si ha sido mujer de los siete?

Jesús les respondió:

— En este mundo, los hombres y las mujeres se casan; en cambio, los que han sido dignos de alcanzar el mundo futuro y la resurrección, sean hombres o mujeres, no se casan; es que ya no pueden morir, puesto que son como ángeles, y, por haber nacido de la resurrección, son hijos de Dios.

Lucas 20, 27-38

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Somos las evocaciones de unas pocas vivencias verdaderas que tuvimos en otras vidas. Esas vivencias son nuestra única realidad, y para mantenerlas vivas y hacerlas florecer es que nos nace un nuevo cuerpo una vez que morimos.

No vivimos sino en la espuma de la corrupción de este mundo, con un puñado de piedras preciosas en la mano. Algunos arrojan las piedras preciosas lejos de sí, otros las venden para comprar bienes de este mundo y otros, finalmente, entienden que viven para ellas como el suelo fértil se entrega a la semilla.

Ser la evocación de verdades es nuestra realización.

Xuánzàng (玄奘)

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No estoy más en matrimonio con nadie.

No dejo de hacer nada por nadie.

No voy donde quiere nadie.

No conozco a tu madre si no quiero. Trato trato trato

G.

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Muchas personas no pertenecen realmente a este mundo.

Son dobles de otras personas de un mundo paralelo.

Pertenecen a una sociedad primitiva en la que las personas sólo pasan el tiempo haciendo grandes libaciones, entregadas alegremente al desenfreno.

A esa sociedad aún no le nacieron las etiquetas correspondientes a los modos de relación.

Sus integrantes, siendo humanos, hacen como los animales, que sólo viven.

Sus dobles, al estar en este mundo, donde no es posible tener una relación sin nombre, o sea, sin unas reglas establecidas, se convierten en novios, amigos, familiares, subalternos o cualquier categoría que, en su interior, ellos padecen como castraciones. 

Asclepio





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