(…) Cuento que los bolivianos (según la fama) responden los vivas o mueras con el grito de “¿Por qué no?”. Borges se ríe mucho y propone otras fórmulas para muchedumbres: “Tal vez” o “Hipótesis atendible”.
1956. Sábado, 18 de agosto.
(Del diario Borges, de A. Bioy Casares)
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