viernes, 8 de enero de 2021

Un vacío

Mi mamá cuidaba como a un bebé de 93 años a su hermana, una mujer inmensa que casi había perdido la consciencia y pasaba la vida en una cama.

Cuando la hermana murió, mi mamá se quedó sin saber qué hacer.

Le hablé de unas monjas que yo había conocido, enfermeras revolucionarias que tenían una casa en Pichanal, Salta, para atender a la gente wichí de un barrio que la pasaba muy mal.

Le pregunté si no quería ir con ellas.

Mi mamá me preguntó mucho, se entusiasmó, pero ya no pudo salir de su vida.

Ella tenía más o menos la edad que tengo ahora, 65 años.

Me pregunto qué haría yo si estuviera en esa situación.





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