Me dice Dante: "En los últimos días escucho que la
gente me dice 'nosotros' con cierta insistencia o con énfasis, o con las dos
cosas. Quizás me lo dicen, incluso, con satisfacción pérfida. 'Nosotros',
'nosotros', 'nosotros', y yo quiero decir también 'nosotros', pero mentiría.
Nada más puedo decir 'yo'. Y creo que captan eso y me refriegan el 'nosotros'
en la jeta".
Y dice: “El único ‘nosotros’ que puedo decir es los bosteros,
pero no voy a la cancha porque no tengo con quién.”
Después, señalando a Dante con el pulgar, me dice Ale: “La última
vez que salimos campeones este vino y me dijo ‘¿Qué decía el papelito que te di
al principio del campeonato, eh? ¿Qué decía?’, ‘Sí, Dante, le dije, decía ESTE
CAMPEONATO SOMOS CAMPEÓN, pero ¡cada vez que empieza un campeonato me das ese
papelito!”
“¿Es así?”, le pregunto a Dante, y él: “Sí, ¿y qué? Yo nunca
pierdo las esperanzas”.