Estos son los días en que se desnuda cierta posición que tenemos mucha gente.
Nuestra posición es esta: pensamos que la política son unos gobernantes empleados nuestros, que deben cumplir con nuestro deseo de realizar las causas sociales que nos emparentan con la superioridad europea: separación de la Iglesia y el Estado, subsidios al Arte y la Cultura, terminar con la minería, terminar con la agricultura extractiva, terminar con todo lo que sea extractivo, terminar con la producción petrolera, prohibir el consumo de carne animal, prohibir el maltrato animal, prohibir la cría de perros de raza y muchas otras.
Son todas causas loables, que nos embellecen el alma.
Son tan irreprochables, que entre esas causas está la de los pobres.
Los pobres que son otros, no nosotros.
Son los 40%, los jujeños, los mapuches, los que sufren el glifosato.
Nunca somos nosotros.
Como somos de izquierda, estamos a favor de los pobres, pero en nuestras vidas no jugamos nada de nuestro bienestar en el empeño porque esos pobres, y otros no tan pobres, digamos todos los argentinos, vivan bien.
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