Mi hermana y yo somos fuimos muy consentidos por nuestra madre.
Y así nos quedamos.
Nos encanta.
Rondamos los 60 años.
Nos creemos privilegiados, como si fuéramos bebés.
Creemos que tenemos derecho a que nos den todo lo que necesitamos.
No somos vagos, pero no queremos que nuestros padres desaparezcan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario