La cocina tiene
buena prensa, el horóscopo chino no.
La cocina se
relaciona con sofisticación, el horóscopo con superstición.
Pero ambos quehaceres
son el precipitado de largas experiencias que hunden sus raíces en los siglos y
han sido amasados por las manos de miles de generaciones.
Sintetizan la vida
cotidiana de pueblos diversos, originales y originarios. En ellos se han
volcado la inventiva, la habilidad, el poder de observación de pueblos que
ahora, cuando el mundo se mueve hacia la uniformidad más bestialmente absoluta,
son rescatados y valorados.
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