Película de Guan Hu,
recomendable para quien se pregunta qué sentimientos rondan en el corazón de
los chinos.
El padre, un duro
blandísimo por dentro.
El hijo, un
adolescente idiota.
Entre ellos, la
ausencia de la madre, que los hace mucho más pusilánimes.
El padre sabe que
está muy enfermo del corazón. Los médicos le dicen que tiene que operarse de
urgencia pero él huye cobardemente.
No le dijo nada al
hijo.
Un día se pelean.
El padre le
reprocha al hijo “¿qué vas a hacer de tu vida, eh?”
Y el hijo “¿y qué
vas a hacer vos de la tuya? Te comportás como si estuvieras acabado, sólo para
no enfrentar que nunca hiciste nada”.
Luego le recrimina que
abandonó a su madre y a él, cuando él era un chico de 10 años. “¿Sabías que a mamá
la atropelló un auto y que estuvo dos meses en el hospital? ¿Dónde estabas vos?”
La moral del padre
tambalea.
Se tapa la cara con
las dos manos.
“Lo que quiero de
mi vida, dice al fin, es que estés conmigo”.
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