Mientras Estados Unidos se cae a pedazos. El agotamiento del petróleo y las catástrofes ambientales lo han quebrado. Un anciano adicto a los fármacos, ha accedido a la presidencia con unos pocos votos en una sociedad diezmada, la que no se ha enterado de que ha habido elecciones.
* * *
Esto es lo que sucede en la novela Slapstick (or Lonesome No More!), que fue traducida al español como Payasadas, escrita por el norteamericano Kurt Vonnegut y publicada en 1976.
Los chinos cumplen un rol importante en la trama de la
novela.
Sin invadir otros países, aunque también sin tenerles
piedad, se han desacoplado del resto del planeta. Hacen ensayos científicos
casi inconcebibles que tienen efectos globales. Wilbur Swain, el anciano
presidente, que es quien cuenta la historia, refiere algunas de las misteriosas
cosas que hacen los chinos, pero aclara que sólo sabe lo que refiere, e ignora
todo el resto.
Por ejemplo, dice que las oscilaciones en la fuerza de
gravedad del futuro distópico en el que vive, se deben a experimentos de los
chinos:
“Ahora la gravedad había comenzado a volverse cruel de
nuevo. Ya no fue una experiencia impactante. Si los chinos estaban realmente a
cargo, habían aprendido cómo aumentarlo o disminuirlo gradualmente, deseando
reducir las lesiones y los daños a la propiedad, tal vez. Ahora era tan
majestuosamente elegante como las mareas.”
Es un tema del que puede hablar con autoridad, porque fue él
con su hermana melliza quienes, aún niños, habían descubierto que los egipcios
pudieron construir las pirámides porque el planeta tiene períodos en que la
fuerza de gravedad fluctúa.
El presidente y su hermana Eliza descubrieron que al
aproximar físicamente sus cabezas, creaban un genio. Sin embargo, separados
eran dos personas perfectamente mediocres. Mantuvieron el método de la
genialidad en secreto, pero los chinos lo avizoraron e invitaron a Eliza, a
quien su familia había maltratado cruelmente, y lo aplicaron en masa.
Alguien le dice que los chinos “se habían convertido en exitosos
manipuladores del Universo al combinar mentes armoniosas.”
En otra escena, el presidente cuenta que su madre “suponía
que los chinos podían lograr casi cualquier cosa que se propongan.
“Sólo un mes antes, los chinos habían enviado a doscientos
exploradores a Marte, sin utilizar ningún vehículo espacial de ningún tipo.
“Ningún científico del mundo occidental podría adivinar cómo
se hizo el truco. Los propios chinos no ofrecieron detalles.”
Luego, la madre “dijo que parecía que había pasado mucho tiempo
desde que los estadounidenses habían descubierto algo. ‘De repente’, dijo, ‘los
chinos están descubriendo todo’.
“’Solíamos descubrir todo’, dijo.”
En el futuro de Slapstick, China cierra su embajada
en Washington “simplemente porque ya no sucedía nada en Estados Unidos que
fuera de interés para los chinos.”
Otro experimento de los chinos es el de controlar su tamaño
y hacerse microscópicos. Esto se relaciona con una de las epidemias que asola
la población de los Estados Unidos, llamada Muerte Verde.
“La Muerte Verde, por otro lado, fue causada por chinos
microscópicos, que amaban la paz y no querían hacer daño a nadie. No obstante,
eran invariablemente fatales para los seres humanos de tamaño normal cuando se
inhalaban o ingerían.”
El presidente se hace llevar a Manhattan, llamada “Isla de
la Muerte” epicentro de la infección, porque “tenía la intención de morir allí,
unirse a su hermana en la otra vida, como resultado de inhalar e ingerir
comunistas chinos invisibles.”
Kurt Vonnegut murió en 2007. Sigue siendo adorado por muchos
lectores. Era ácido con el modo de vida norteamericano, con Estados Unidos, con
el Occidente violento. Era corrosivo contra todo lo que hiriera a los humanos,
y era infinitamente tierno y digno.
Además de Slapsticks, escribió La pianola (Player
Piano, 1952), Las sirenas de Titán13 (The Sirens of Titan, 1959), Madre Noche
(Mother Night, 1961), Cuna de gato (Cat's Cradle, 1963), Dios le bendiga, Mr.
Rosewater (God Bless You, Mr. Rosewater, o Pearls Before Swine, 1965), Matadero
cinco o La cruzada de los niños (Slaughterhouse-Five, o The Children's Crusade,
1969), El desayuno de los campeones (Breakfast of Champions, o Goodbye, Blue
Monday, 1973), Pájaro de celda (Jailbird, 1979), Buena puntería / El francotirador
(Deadeye Dick) (1982), Galápagos14 (1985), Barbazul (Bluebeard, 1987),
Birlibirloque / Hocus Pocus (Hocus Pocus, 1990) y Cronomoto (Timequake, 1997).
El prólogo de Slapsticks es un texto autobiográfico
magnífico. Sin embargo, Vonnegut se sintió cómodo escribiendo sobre la realidad
en formato ciencia ficción. Derivó, naturalmente, hacia la distopía, y lo hizo
con la lucidez que hace que algunos escritores revistan la literatura de un
tinte profético.
Hoy el presidente de los Estados Unidos está internado por
haber inhalado un virus al que se cansó de acusar de “virus chino”.
Lo inhaló en un tiempo en que se comienza a hablar de
desacople de China del resto del mundo, no porque China decida aislarse, sino
porque sus adelantos tecnológicos harán de la vida de los chinos algo que no
podrá ser coordinado con las vidas de las demás sociedades.
Y lo inhaló el 1º de octubre, día del aniversario de la
creación de la República Popular China.
En Slapstick, cada vez que el presidente siente haber
dicho algo curioso, pone punto aparte y escribe: “Hi ho”.
Hi ho.
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