lunes, 10 de noviembre de 2014

El tiempo en el museo dentro del bosque






Es el museo más fresco en el que jamás estuve.  Cuando llegamos, uno de sus dos responsables, Mariano Magnessen, estaba limpiando el cráneo de un animal que vivió hace 8, 10 o 15 mil años. Aparecen muchos fósiles de esos animales en Miramar, ciudad que tiene un bosque y dentro del bosque, este Museo “Punta Hermengo”.



Mariano tiene inclinación por la fantástica vida prehistórica desde chico. “Junto huesos desde los 10 años”, dice. Cuando vio en una juguetería los muñequitos de la película La Era del Hielo los compró, y un día en que estaba pensando con el Director del museo, Daniel Boh, qué hacer para las vacaciones de invierno, se les ocurrió usar los muñequitos para que cuando llegaran los alumnos, miraran los huesos fosilizados, que justamente pertenecen a los mismos animales: el tigre dientes de sable de nombre mexicano, el gliptodonte gordito, la ardilla que persigue la avellana. Jugaron, y como cada vez que los adultos juegan, los chicos se entusiasmaron. La muestra fue un éxito, pese a que está en un espacio de 5 metros cuadrados y fue montada con menos dinero que el que uno de los baños del National Museum of Natural History de New York recauda en un día.

 

 


En el mismo espacio, se muestra, fuera de vitrina, la cabeza de un húmero de una ballena, de variedad aún no identificada, que “apareció en las inundaciones de hace tres meses”. Más de una vez Daniel y Mariano, junto al explorador campeón del pueblo, Gonzalo Auriti, fueron a alguna playa lejana para carnear el cadáver de una ballena que el mar había arrojado a tierra firme. “A cuatro cuadras no se puede estar del dolor”. Y los huesos están aquí, en este museo minúsculo. En el camino iban encontrando por la playa perros amigos de Gonzalo, que, dice él, “viven de lo que trae el mar, pescados, a veces pingüinos. Yo los he visto cazar un lobo de mar enorme”.



En un panel del museo se muestran también varios mapas, todos con el contorno actual de la provincia de Buenos Aires a lo largo del tiempo, sobreimpreso a diferentes mapas físicos. Los dos responsables del museo explican la evolución del territorio con la naturalidad con que se explicaría cómo bloquear un contacto en facebook. Hace entre 3 y 5 millones de años el mar había tapado toda la provincia, sólo emergían las sierra de Tandilia y Ventania; luego, hace 3,5 millones de años el mar se retiró y lo que hoy es Miramar quedó en el medio de la pampa. Hace 120.000 años volvió el mar a subir y la provincia quedó casi como es ahora, pero más chica. En la última glaciación, hace 20.000 años la tierra volvió a ganar terreno, y hace unos 7.000 años comenzó la costa a atener aproximadamente los límites actuales. “En un tiempo volverá el mar a avanzar. Es el movimiento natural. Hay que acostumbrarse”, dicen relajados, como si estuvieran jugando.


 





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