Soy un poco pesado esperando respuesta.
Medio tiranuelo, diría, incluso.
Si pregunto algo, espero una respuesta. Aunque sea una no
respuesta: un “no sé”, un “después te respondo”, “no quiero contestarte”, “ok”,
un emoticoncito.
Pero nunca sabés adónde va a parar lo que le decís dentro
de las personas con las que hablás.
Quizás decís algo que para vos no significa nada pero a
alguien en particular tus palabras se le meten por un túnel que acaba en un lugar
insospechado. A lo mejor dijiste algo que arruinó algo en otra realidad, o que
fue a germinar en una luna de un planeta de un universo paralelo.
Entonces, ¡calma! con lo de esperar una respuesta.
Probablemente te llegó sin que te hayas dado cuenta.
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