Me despierta el lunes, atropellándome con una cantidad de luz desmesurada.
Como si hubiera hecho erupción un volcán.
Y así me entero de que agosto se está yendo y no puedo ni siquiera manotearlo.
Gelman diría que agosto es esa ráfaga que pasó soplando cerca de un costado de la cara, volando sobre un skate.
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