Una vez fui a un tributo a Janis Joplin, hace poco. Era en
un teatro caretón, con una entrada que costaba lo que una cuota de un auto de
alta gama, pagadas sin problema por un público de la edad que tendría Janis
Joplin, 65, 70 años, todos vestidos como en las cenas de beneficencia que se ven en las
películas. O sea, eran la gente contra la que cantaba Janis Joplin, contra la
que existió Janis Joplin, contra la que se hizo trizas. Finalmente el sistema,
el establishment, lo que sea esa mierda, la había digerido de la manera más
despiadada, y la estaba cagando ahí en el escenario, domesticada, inofensiva,
lobotomizada, castrada, estéril, un payaso disfrazado de sí misma.
Es lo que Occidente ha hecho con hippies, punks y cada movimiento que cuestionó el status quo. Convirtió los impulsos
revolucionarios de los 50 y 60, enfocados en las condiciones económicas y políticas
de la vida de la gente, en movimientos ecologistas, que ya no
cuestionan el orden social injusto, para reclamar un planeta-jardín, limpio y
lindo, como eran limpios y lindos los espectadores del tributo a Janis Joplin, seguramente
firmes ecologistas.
Para esa desactivación de la rebeldía en el siglo XX Occidente
utilizó el capitalismo. Pero no fue la primera vez que desplegó esa estrategia.
En realidad Occidente fue parido por esa estrategia, cuando Roma absorbió al
cristianismo. La secta que pregonaba la igualdad real entre las personas y el
tratarse realmente como hermanos, acabó convertida en un lobo que instauró la oscuridad
y la muerte durante siglos.
Ahora veo un recital homenaje a Kurt Cobain, con sus
compañeros vestidos con harapos que imitan a los grunge pero que son carísimos,
y en la platea gente entrando en la madurez con traje. It doesn't smell so much like a teen spirit. Me da la mezcla de
depresión y furia que le sucedió a Lennon cuando escuchó Let it be y encontró un coro y violines. Igual que los premios de música de MTV, lleno de rebeldes
institucionales.
Y sin embargo, la Joan Jett que canta, igual que Bowie, igual
que Chico aún está pura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario